En 1889 el pintor Francisco A. Cano y Horacio Marino Rodríguez crearon una sociedad fotográfica bajo la firma de “Cano y Rodríguez”. Al año siguiente, Horacio Marino Rodríguez ofrecía sus servicios como fotógrafo y dibujante. En 1891 se asoció con Alberto Jaramillo y fundó “Rodríguez y Jaramillo” con sede en la carrera Palacé cerca de la iglesia La Candelaria. En 1896, Rafael Mesa, quien venía trabajando como fotógrafo desde 1890, hizo sociedad con Francisco A. Cano y Horacio Marino Rodríguez para elaborar los primeros fotograbados en Antioquia. En 1897 Horacio Marino publicó un pequeño libro titulado “Diez y ocho lecciones de fotografía”, primer libro de su género editado en Colombia.
En 1897 se creó “Fotografía de Rodríguez y hermanos” con la participación de Horacio Marino, Luis Melitón y Rafaela. En 1899 la fotografía figura como “Melitón Rodríguez e hijos” hasta 1938, la cual siguió funcionando con sus hijos Alberto, Enrique y Gabriel y demás descendientes hasta 1995 en manos de su nieto Henry Rodríguez.
Desde su creación en 1889 hasta 1900, encontramos fotografías de gran calidad tanto en composición como iluminación, y entre ellas mencionamos Los bueyes en Palacé, fotografía urbana con sentido social; Los zapateros, una fotografía costumbrista premiada en Nueva York en 1895; El ángel de la esperanza con una excelente doble exposición sobre el mismo negativo, retratos de personajes de la época decorados con telones de fondo y matrimonios elegantes con poses que rompen la monotonía de la verticalidad o los caballeros y grupos de amigos sentados en poses inusuales.
Hacia 1897, Horacio Marino comenzó a dedicarse a otras actividades como la arquitectura y dejó la fotografía, quedando su hermano Melitón encargado del negocio. Melitón Rodríguez anduvo con su cámara fotográfica detrás de los grandes acontecimientos que condujeron a Medellín y Antioquia por el camino del progreso, a la vez que captó la cotidianidad y el estilo de vida de las gente de la Villa del Aburrá.
Melitón Rodríguez, además de sus trabajos personales, incursionó en la publicidad, hecho que se constituye prácticamente en los orígenes mismos de esta materia en Antioquia. A principios del siglo realizó un contrato con cigarrillos Hidalgos, Cóndor y Victoria para producir mil copias fotográficas diarias, las cuales venían dentro de las cajetillas de cigarrillos para coleccionar.
Su dedicación lo llevó a participar en el Certamen Industrial de 1904 organizado por la Sociedad de San Vicente y el Centro Artístico de Medellín, obteniendo el primer premio en fotografía; el segundo puesto fue para Rafael Mesa. En 1910 en la Exposición Nacional de Medellín, su obra Cuadro en vivo o cosecha de rosas, es declarada fuera de concurso. En 1922, con motivo de la inauguración del edificio Olano, se realizó un concurso fotográfico sobre la mejor fotografía del edificio, obteniendo un segundo puesto después de Manuel A. Lalinde. Al año siguiente con la fotografía El Vencido obtuvo el primer premio en la Exposición Industrial Agrícola y Pecuaria de Antioquia.
Durante esta etapa de su vida, registrólos avances de obras tan importantes como la construcción de los ferrocarriles de Amagá y Antioquia, las reformas del Parque de Berrío, la construcción de la iglesia Metropolitana, las elegantes quintas de la Quebrada Arriba, las calles y avenidas principales de Medellín, sus iglesias y las casas de recreo de los ricos en el sector del Poblado.
A través de su lente fotográfica captó la vida artística de la ciudad, con la aparición
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